Y no será como hace 5 o 6 años que la estuve extrañando un año completo, pero igual siento el tironcito, la pequeña dulce costumbre de que viniera para acá a mediodía con su cara de culo docente (o su cara docente de culo) y a la noche miráramos Niki Jam con ravioles o fideos pegoteaditos en bandeja de cama.
Anoche ya durmió en su casa nueva y me fui apenas empezaba a oscurecer porque me daba no sé qué dejarla ahí (sísi, teorizamos pero igual). Hoy ya no me aguantaba para ir a llevarle cosas de acá y le caí tipo 11 y había dormido perfecta y se había ido a tomar algo con las amigas a la noche y entrado y salido lo más bien del monte con esa motito de mierda.
Me di el gusto de ordenarle un par de cositas y de limpiar con ella el deck y ya me vine contenta y tranquila como siempre con sus elecciones y logros.
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