jueves, 6 de octubre de 2022

Annie Ernaux: Premio Nobel feminista

 

Annie Ernaux: "Los hombres temen perder el control sobre el cuerpo de la mujer"

La escritora francesa, flamante ganadora del premio Nobel de Literatura 2022, habló con Clarín a fines de 2019 durante la Feria del Libro de Guadalajara. Allí se mostró a favor del aborto y aseguró que la vigilancia sobre la gestación es una forma de dominación.

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06/10/2022 8:14Actualizado al 06/10/2022 10:41

En 1964, Annie Ernaux -flamante ganadora del Premio Nobel de Literatura- se somete a un aborto clandestino: lo cuenta en El acontecimiento. Su padre muere: escribe El lugar. Su madre enferma de Alzheimer: aparece No he salido de mi noche. Vive un matrimonio miserable y se quiere divorciar: publica La mujer helada. Pierde la virginidad con un joven del que se enamora y no es correspondida: da origen a Memoria de chica. Se entera de que tuvo una hermana que murió antes de que ella naciera: está plasmado en La otra hija.  

Si juntáramos todos los libros de Ernaux, tendríamos una biografía prácticamente oficial de su vida. La escritora y docente francesa, que el año pasado recibió el Premio Formentor, es, desde los años 80, pionera en escribir autoficciones -esas ficciones inspiradas en vivencias personales y que pueden contener elementos de historia o sociología-. Es que para ella, la autobiografía no tiene el mismo sentido que para otros.

Profesora de Letras Modernas, Ernaux dice que nunca se reconoció en la clásica definición de autobiografía. Simplemente toma la materia de lo que vivió, pensó, sintió o vio y las comparte por escrito con los demás. Nada más que eso. Pero lo hace con las palabras justas.

Referente de escritores como Emmanuel Carrère Virginie Despentes, esta escritora relaciona su historia personal con la colectiva. Lo que le pasa a ella es lo que le pasa a un montón de otras personas -en su mayoría mujeres- en determinados contextos. Esta novelista escribe diarios íntimos desde que tiene 16 años. Y ahora tiene 79. Son 63 años de páginas y páginas de experiencias de todo tipo. “Lo más motivante en la escritura del diario son mis experiencias sexuales y amorosas”, asegura Ernaux, influida en sus posturas por el sociólogo Pierre BourdieuSu obra está plagada de encuentros sexuales.

"El feminismo blanco reproduce las mismas desigualdades que quiere erradicar, prohíbe que las mujeres musulmanas usen el velo. En nombre de la sumisión religiosa, son mujeres prohibiendo cosas a otras mujeres, muchas de las cuales están sometidas a otras formas de dominación como la raza, la clase, la nacionalidad".

"El feminismo blanco reproduce las mismas desigualdades que quiere erradicar, prohíbe que las mujeres musulmanas usen el velo. En nombre de la sumisión religiosa, son mujeres prohibiendo cosas a otras mujeres, muchas de las cuales están sometidas a otras formas de dominación como la raza, la clase, la nacionalidad".
Annie ErnauxEscritora

Durante diciembre de 2019 se presentó en la Feria del Libro de Guadalajara, donde dialogó con Clarín. Allí, también, releyó su discurso de recepción del Premio Formentor y donde se repasaron los fundamentos del galardón que sólo obtuvieron tres mujeres en la historia: Dacia Maraini (1962), Gisela Elsner (1964) y la propia Ernaux. El escritor, editor y traductor argentino Alberto Manguel obtuvo este Premio en 2017. 

“La singular y sobria escritura de Annie Ernaux acoge los matices de una experiencia personal y colectiva que de otro modo se habrían perdido”, dice el acta del jurado del Premio Formentor. Y agrega: “Los libros de Ernaux se sitúan en la encrucijada de la literatura, las ciencias sociales y la documentación fotográfica para desbrozar la naturaleza de un yo atravesado por la cotidianeidad y sometido a la inconsolable pesadumbre de vivir. Ernaux desvela sin pudor la condición femenina, comparte con el lector la intimidad de la vergüenza y refleja con un estilo despojado la desordenada fragmentación de la vivencia contemporánea”.

La escritora francesa posa en los jardines del Hotel Formentor. / EFE
La escritora francesa posa en los jardines del Hotel Formentor. / EFE

¿En qué medida haber nacido en un hogar humilde de familia trabajadora influyó en su escritura? “Fue el motor de todo, el disparador. Desde otra clase social, yo también tenía cosas para decir. Y desde otro punto de vista, atravesada por otras vivencias”. ¿Por qué se experimenta vergüenza sobre el origen humilde? “Es que lo que cuenta al final de una vida son las primeras experiencias, los primeros contactos con el mundo. Una vez que uno experimenta la vergüenza social, pasa a formar parte de la vida. Creo que esa vergüenza es finalmente un motor”, asegura Ernaux.

–¿Cómo ve el feminismo en Francia?

–Está por un lado el feminismo blanco, que reproduce las mismas desigualdades que quiere erradicar. Por ejemplo, quiere prohibir que las mujeres musulmanas usen el velo. En nombre de la sumisión religiosa, son mujeres prohibiendo cosas a otras mujeres. Muchas de las cuales están sometidas a otras formas de dominación como la raza, la clase, la nacionalidad. Por otro lado, está el feminismo interseccional, al que adhiero, que abarca todas esas particularidades. Es todo un tema en Francia.

Annie Ernaux es catedrática y profesora de Letras Modernas. Tomó distancia del feminismo "blanco" y se inclina por el feminismo "interseccional". / Aurimages
Annie Ernaux es catedrática y profesora de Letras Modernas. Tomó distancia del feminismo "blanco" y se inclina por el feminismo "interseccional". / Aurimages

–En El acontecimiento, narra su aborto clandestino. En Francia, el aborto es legal desde 1975, mientras que en Argentina, el debate es relativamente incipiente y, por ahora, una práctica ilegal y clandestina. ¿Por qué se dan estos contrastes, qué es lo que molesta tanto del aborto?

–Controlar el cuerpo de la mujer es una forma de dominación. Los hombres tienen miedo de perder el control. Es algo que se les escapa, no pueden controlar la vida que se gesta en un cuerpo femenino. Conozco el caso argentino por un amigo. Me contó que se hacen abortos en lugares espantosos. Yo me hice uno en los 60 y fue una decisión difícil.

–¿Qué piensa de la literatura “feminista”?

–No hablaría de literatura feminista, sin embargo yo lo soy. Soy mujer, soy feminista y esta es mi toma de posición en el mundo. Vivimos en una sociedad de dominación masculina, tanto en la literatura, que sigue dominada por los hombres, como en otros ámbitos.

–¿Qué le dicen los hombres que leen sus libros?

–Siempre me aclaran esto: “Soy hombre y la leí”. Como si las obras de una mujer fueran sólo para mujeres o hubiera algo raro en que los hombres las lean. Eso es, justamente, la dominación. Ahí se ve claramente.

El Premio le fue entregado en Mallorca. / EFE
El Premio le fue entregado en Mallorca. / EFE

–¿Cómo definiría su relación con el diario íntimo?

–Lo uso como complemento para hacer mis libros, para verificar la justeza de lo que escribí. Es una manera de tener la memoria justa, un disparador de escritura. Le doy una importancia extrema a cada palabra en mis obras. Y en el diario, al contrario, es más lo que sale. De todos modos, hay diarios muy buenos, como el de Virginia Woolf.

–Nació en la ciudad de Lillebonne, en la región de Normandía, en 1940. Vivió en un lugar clave en la historia de la Segunda Guerra Mundial, ¿qué recuerdos tiene?

–Fue la zona del desembarco. Recuerdo mucho los bombardeos. Eran constantes. Esta ciudad queda muy cerca de Le Havre, que quedó completamente destruida. Me acuerdo que me escondía debajo de una mesa de billar en el bar que tenían mis padres y que me daba mucho miedo.

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