domingo, 18 de septiembre de 2022

El cumplesesenta de Diego

 Alto evento emotivo: para el cumpleañero que ahora se autopercibe "sexagenario e inimputable" y para mí que salí de noche y pernocté en lo de Julián por primera vez desde mudanza.

Estuve toda la semana jurándome que iba a ir y a no inventar excusas para enconche. Decidí probar el 53 que pasa acá a 4 cuadras y llega a La Boca. Maps me marcaba 2.30 y otras opciones con 3 medios de transporte en 2 hs 10 o 2hs 20. Planeé salir 18.30 para estar a las 21 en San Juan y 9 de julio y ahí caminar 8 cuadras hasta la calle Piedras. Estuve insoportable con la autoflagelación teórica hasta que me metí a bañar a las cuatro de la tarde. A las 5 estaba lista y Magdalena cagándose de la risa acá de mi ansiedark. Tipo 6 cayó la Euge de visita a conocer la casa. Todo ayudó a que sintiera que todo está bien, que este espacio es bueno para mí y para toda mi gente, que puedo salirme del hueco y volver y todo va a seguir de maravillas sin explotar ni implosionar. 

Salí, tomé el bondi, bajé perfecto, crucé la avenida un poco cagada en la patas porque debajo del puente de autopista, llegué, conocí dpto hermoso de Diego y Gastón, comí, bebí, chusmié y canté con bengala re feliz. A la vuelta un cumpa me llevó hasta la puerta de Julián que salió con bata y pantuflas rosadas a abrirme a las 2 de la mañana. Cuento cada detalle porque, de verdad, siento que necesito fijar, convencerme de la maravilla, de la alegría de todo lo que me pasa, de todo lo que vivo y hacer retroceder el o los miedos.

Dormí en la cama de Mile y a la mañana siguiente, ayer sábado, hasta llegamos a mi clase de flamenco a mediodía y a mi taller de escritura dictado por wasap a las 2 de la tarde. 
















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