Fueron cuatro viajes de libros con camioneta del vivero de Pepe y dodge con carrito, dos viajes de platas y después llamé un flete grande para los muebles. Ese día, bajo la llovizna, cuando el fletero desconocido llegó sin ayudante y me propuso postergar para el día siguiente, le dije que no, que me mudaba ya sí o sí. Dexplotadaaaaaaaaa
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