Toy boy

Toy boy: Terminó peor todavía de lo que venía. Porque se mantuvo malísima malísima malísima durante toda la temporada, porque una ya se venía acostumbrando a soportar ver bolas ensungadas, pectorales inflados cada veinte minutos como si fueran el gran paisaje, a la ricachona con aires de dominatriz mal llevada, al friki de pelo celeste que no se apretaba nunca al prostituto enamorado, a la madre empastillada, a la vieja de los rosales pisoteados, a los dos tríos seudoincestusos con hermanos presos o sospechosos de pederastía, digo, después de haber llegado hasta ahí y merecernos un final acorde al menos a la pedorrada soportada, con fondo de Marbella y sus veleros que para eso la remamos. No, viene el final y nos enchufan explosión y no me toques las narices.