domingo, 2 de febrero de 2020

No se preocupen por nada que no esté quemándoles las manos ahora mismo

Gabriel Reches publica en feis este poema:




Queridos amigos, así están las cosas
Cada vez que el sol
parece que despierta detrás del río
podría acreditar su existencia
algo que aplaque el espíritu en
las familias nobles

Quieridas familias Así están las cosas
Así están las cosas que estaban hace un rato
como a las seis de la mañana
No se preocupen por nada
que no esté quemándoles las manos
ahora mismo.
No se preocupen por nada que no sea motivo
de preocupación cósmica. No se preocupen
No, no se preocupen por nada que no sea motivo y si no hay
motivo para nada, tampoco se preocupen.

Queridos amigos. Todo está como estaba
Y cómo va a estar cuando a escala geológica
nos trague un tornado. No se preocupen.

Cada vez que alguien presume al sol salir;
con vozarrón de conquista y el odio del desierto
como un ogro familiar, el vecino de dos metros
vuelve a incorporarse.
Una cita con la costumbre llave en mano
pistola en mesa
palmera seca dentro de un pulmón
revestido con cerámicos
media sombra, sombra entera, sol salir
queridos vecinos, así
sigan así, que están las cosas. Los cerrojos.

Los cerrojos y las cosas
Sin palabras.
Los cerrojos se traban y destraban
Una coreo de manos al son
una fuerza desploma alguna idea simple
que estaba a punto de madurar.
Buen día. No hay que preocuparse
Solo una gallina
que camina muerta y sin cabeza
en la cabeza.

Eso es lo que me pasa pero tomé una aspirineta.
para no preocuparte porque así
siguen estando las cosas
como siempre.
Intento que el dia se persiga a sí mismo
al margen de mi sugestión cardíaca
no está lo que no está o lo que añoro y no
te hablo querida
sino a través del microcosmos de las migas:
pulverizo en el bolsillo una galaxia de
deseos que ya están pulverizados
Pulverizadas. Así están las cosas.
Bebería un buen trago pero no
Alguna otra cosa?

Todavía aterra a las mascotas
el estruendo que tu familia cada tanto
nos dedica
Nos apropia una noción escurridiza
copas vacías en la mano
se sonríe, cuál es
el impuso que activa
un efecto dominó en esta deriva
de nadie. Claramente Dios no está
al menos en mi dulce de batata
ni en la lumbre de la vela que apagaste y ahora enciende
ohhh, se prenden y se apagan solas
ay, se prenden y se apagan
cosas obstinadas
la porfía de esta luz en el desguace del
mercado Eterno. Las robé.
No. Así no
Están las cosas.

Con la malla corrida.
las cosas siguen dando volteretas
de acróbata amateur
No pagaron la matrícula y van a quedarse
aquí
donde más
hasta que alguna madre pase a buscarlas
porque el padre está muerto y las cosas vivas
o algo así.

Queridos amigos, voy a dejar este poema. Tengo que irme.
Para irme tengo
que encontrar las llaves. No están
en mi casa
desaparecen las cosas.
Queridos amigos
No están las cosas.
Solo hay un cerrojo , alguien que busca
y un sol espía por la mirilla.

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