Es metáfora común y aceptada la de que crecer es semejante al cambio de piel de los ofidios. En todas las etapas de la vida. Lo que dejamos atrás para ser mejores o más grandes u otres, simplemente, suele ser calificado de lastre o piel vieja. Y la nueva etapa es superadora. Sí, sí. Lástima que, a veces, esa "piel vieja" es gente que una amó y ya no y el desgarro te deja en carne viva aunque sepas que la "piel nueva" está regenerándose.
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