El texto anterior me encanta porque muestra que no todas somos "mujeres" del patriarcado ni tenemos obligación de serlo. Me encantaría poder creerme siempre lo del empoderamiento y la validez de ser diferente. Pero a veces no puedo. Casi siempre me jode mucho la postura de la reventada, del nomeimportaunateta, de la loba esteparia o la vieja en la casita del bosque. Pasa que suelo necesitar tanto cariño que me creo que es necesario suavizar o esconder mucho de lo mío para conseguirlo. Total que, escondiendo o echando en cara, igual no consigo nada en la medida de mis amores. Siempre exagerando y generalizando al pedo. Me gedí.
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