Estoy en lo de Mile en uno de estos días que morís de calor. Mipapi y mimami trabajan. Estamos chinchudas reventadas delante del centilador y la tele. Decidimos salir al espacio exterior para meternos en la pile en la terraza que pela. Ella trae su mallita hermosa, rosada y con volados. Yo le aviso que no traje mi malla y me saco la blusa. Mi corpiño es marrón. Cuando me saco la pollera, mi hermosa nieta, tan inteligente y en vías de deconstruir sus jóvenes prejuicios de orden y normalidad, me dice señalando mis dos prendas de ropa interior: "Ah, esa bombacha es azul. ¿No tenías una como eso?"
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