Plan blogueril de rellenado amoroso

Necesito ir recuperando, reviviendo, muchos puntos de mi viaje. No pienso hacerlo en forma cronológica ni ordenada de ninguna manera. Solamente ir haciendo entradas acá con alguna foto (que todas es imposible porque ya subirlas día por día a feis fue una maratón de cantidad y deslumbramiento y vaciar la cámara para seguir), con alguna angustia, con cuenta ya clásicos como el de la gitana que me pedía 10 euros, el del señor que me agradeció el asiento del metro deseándome muchos hijos, las valijas de 25 y 10 kilos respectivamente arrastradas de tren en bus en avión en tren o los machirulos argento en la playa.

De a poquito y cuando tenga ganas para darle a este blog la misma función que mis diarios íntimos de infancia y adolescencia cuando empezaba con un "querido diario" y le pedía disculpas por los días en blanco.