viernes, 16 de febrero de 2018

La lengua femininja reescribiendo el patriarcado


    Pon cara de boluda para que el gil no se avive de que te malcoge y la estás pasando pa la mierda. Metele justo en la jeta una escupida y decile de frente que no te lo bancás. La felicidad de ambos no es premio ni recompensa ni debería costar tanto esfuerzo como cagar todos los días.
    Hazlo sentir en el infierno. Si hace frío sacale la frazada. Tu marido sentirá que ha llegado al séptimo círculo de los cornudos y el kilombo, esto les hará a ambos replantearse qué carajo están haciendo.
    Después de todo, cagarle la vida y que se sienta incómodo les brindará una enorme duda bipolar.
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    Soy amarga y aburrida. Si se aburre en el laburo que haga algo más piola, a mí que no me venga a romper las tetas con sus problemitas. ¿Vos me vas a decir cuáles son mis obligaciones para con este gil? Si yo quisiera distraer a alguien me hubiera disfrazado de calesita.

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