sábado, 27 de enero de 2018

Pensé que iba a haber fiesta

Otra que combina actores y actrices argentines y españoles. Sencilla. Conflicto mínimo y cotidiano y por eso me gustó lo que plantea: dos amigas, un ex, una casa para cuidar, un nuevo novio que no quiere convivir y la idea de la dueña de la casa de que la amiga se coje al exmarido para cagarla no más. Bien Fernán Mirás en el exmarido y sus conflictos tan típicos entre padre de la hija de una y propiedad o no de la manipuladora.
A la hora de crear nuevos géneros para historias de la argentinidad, esta peli podría ir en algo así como "los que fingen que está todo bien y debajo todo podrido".

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