A mis hijos e hija les cuesta hacerse cargo de mi extrema exposición, visualización, colorización y escándalo cirquero. La mayoría de mis amigas se ponen estrechas para sacar fotos, una o dos, medidas, mesquinas, pensativas. Ayer estábamos en la terraza de Julián y le dije que me saque para poner en mi álbum de tejedora. Mandó 10 de un saque: las había lindas, sorpresivas, ridiculizantes (mis medias fosforecentes) pero no se hizo rogar ni se avergonzó de mis despliegues, casi casi como si estuviera orgulloso.
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