martes, 31 de octubre de 2017
Mucho que sí mucho que no
Volví del viaje escolar a Mar del Plata muy gedida con el rol docente y los mismos cuestionamiento que vengo sosteniendo desde los 17 años acerca de la autoridad, el despotismismo docente, el abuso de poder adulto, la mala leche heteropatriarcal y el miedo general a la alegría y la vitalidad joven. Trato de teorizar pero no puedo. Lo bueno es que sé todo lo que está muy bien en mi vida y, aunque me cuestione mi propia cordura pero sobre todo mi desubicación laboral, estoy segura de que los mierdas son los que dicen todo que no, los que manipulan a los demás amparados en un puesto de casi poder y los que hacen chistes sexuales con bananas y helados en los almuerzos delante de gente que ni pie les dio.
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