Hace rato que conseguí de regalo el bidón con aceite quemado pero no me decidía a ponerme a darle con energía a todas las maderas exteriores de mi casa. Hoy suena el teléfono un par de veces y no me decido a atender. Al rato golpean las manos. Ups, mi ex dice que vino porque capaz yo quería "hacer algo". Me hago la boluda pero lo hago pasar. Se hace el boludo pero cuando me dice: bueno, dónde están los pinceles, se los pongo en las manos y los tachitos y la lija y el bidón. No le alcanzó el día para arrepentirse, digo, para pintar todo. Je.
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