Ando tan consciente de mi cuerpo últimamente (por incomodidad y por erotismo, mezclados, unidos o antitéticos en fracciones de segundos alternas) que lo de la metáfora de la vida como camino, los pasos como símbolo y el volar en el viento como alegoría son, en mi deslizarme con pantalones, polleras, zapatillas, botas u ojotas, por la calle o por la casa, el modo más sensorio-emocional de mi estar en el mundo.
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