Desconfío: un ejercicio

Hoy fui a canto fuera de mi horario de los miércoles para recuperar una clase perdida. Desde el miércoles pasado no había podido practicar nada nuevo con mi blues e iba pensando qué se podía hacer de nuevo porque me parecía que la última vez había estado genial. Cuando mi profe divina me dijo que me iba a proponer un ejercicio nuevo hoy, pensé que me iba a hacer escuchar la grabación del otro día y analizarla en público (pánico) pero la genia, la dulce, la increíblemente creativa y generosa de Mechi me dijo, así con toda su sencillez, que yo cantara una primer pasada mientras ella me acompañaba en el piano y después nos alternábamos cada una diciendo una frase tipo pregunta y respuesta. No me explicó nada más, la magia vino sola: Las variaciones que ella tiraba me hacían a veces quedarme pensando en cómo volver a la "original", otras me hacían repetir con ella un tono y un fraseo que nunca se me hubiera ocurrido posible y otras me sorprendía tanto su voz y modulaciones que salía de mí algo impensado, insospechado, deslumbrante. Hicimos como tres vueltas diferentes. No quepo ni cabo en mí de la alegría. Y mi tarea es seguir explorando posibilidades.