El blues de Pappo siempre fue para mí como un hito inalcanzable, un deseo que le pedía tanto a Celeste Carballo como a las cantantes amigas que sabían darle voz. Ahora, yo, yo , yo, yo soy la que lo canto en un taller, lo toco en la viola con riff y todo en otro y le meto percu en el tercero. Me amo sin desconfianza.
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