martes, 14 de marzo de 2017

Para integrar el cuerpo que les habla

Rita Gonzalez Hesaynes:


tercer padre





en todas las familias hay milagros
y secretos funestos
incluso en ocasiones son el mismo
de tres padres nací
de papá, de mamá y del niño muerto
que duerme en la maceta del jardín
profundamente
ese hermano mayor
me acompañó sonriente
al umbral de la vida
como si hubiera ido
a un aeropuerto oscuro
a despedirme
había solo un asiento
en el ferry del mundo
y él dejó que yo, la hermanita
se sentara
y observara las nubes
el vientre fabuloso de mi madre
los perros en el pasto
los tractores
¿quién tuvo que quedarse para que yo naciera?
hace ya tanto tiempo que no estamos en la misma estación
hace ya tantas vidas
pero aquí nadie más ha de conocerlo
y nadie sabe cómo alzaría la vista
para ver los aviones
ni con qué decisión se abriría paso
en las calles terráqueas
ni con qué exacto método
comería su manzana
hija soy de los vivos y los muertos
y en mí cantan
todos los átomos que soltaron sus manos
de la gran ronda cósmica
para integrar el cuerpo que les habla
no me esperaba el río caudaloso
no me esperaba el trueno
no me esperaba el cura que me ungió
con aguas consagradas
yo misma no esperaba las caricias del aire
la traición de la isoca
el guardapolvo blanco contra el frío
la desnudez al borde de las lámparas
era a él que esperaban
de ese tiesto donde yace enterrado
brotó un tallo
y más tarde las hojas
aletearon al cielo
para sorber la luz
en ese arbusto terco y diminuto
contemplé desde niña la fuerza de mis brazos
dichosos con sus bíceps y epidermis y venas
y lo supe mi hermano
y en el embrión disuelto
en el lago de tierra
donde esa planta hundía sus raíces
vi a mi padre, el tercero
que recorre sonámbulo
pasillos de aeropuerto
de un universo trunco
para que yo cantara
entre los vivos

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