viernes, 10 de febrero de 2017

Pintada con reflexiones

Las esquinas donde se unen dos colores son zonas peligrosas. Necesario tener buen pulso y decisión. Como en todos los cruces, en todos los umbrales y me pongo metafórica delante del tacho de pintura.



Acá había una biblioteca, acá arreglamos un caño pinchado, acá pintamos cuando cumplí 40, acá ponían mi moisés cuando nací, acá dejó mijita aguarrás y pinceles, este es un buen lugar para la salamandra, este agujero del extermotaque sirve como chimenea, esto que se lo lleve el botellero.



Mis paredes tienen tantas cicatrices que me puse histórica: viejos ramplús de estantes caídos, recuadros sin fotos, muñecas polvorientas, humedad del sócalo, capas de pinturas milenarias.



Saqué la cama al patio. No sé si pintarla de violeta o jugar a Últimas imágenes del naufragio.



Soy una maestra del enduído. Qué buen invento che. ¿No hay nada que cumpla la misma función en el corazón con ahujeritos?



Hoy le entramos a mi pieza. El centro del laberinto y hay más de un monstruo mestizo y hambriento.



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