Como siempre, una busca una de Woody Allen para sentir esa ternura sarcástica, esa forma de hablar siempre del amor y del arte, del aburrimiento y de lo que realmente importa. En esta es genial lo que se dice con frases geniales sobre el matrimonio ("¿Nos hemos convertido en viejas zapatillas cómodas?"), las posibilidades de lances extramatrimoniales, los viejos amigos más o menos eróticos o atractivos. Muy dulce el paralelo y los cruces entre los protagonistas de la historia policial y los que investigan. Me encantó. (Acá es donde aparece la famosa frase: "No puedo escuchar tanto a Wagner, me agarran unas ganas terribles de invadir Polonia")
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