Me comí los dos primeros de la ramita que plantó Magda hace tres años y guardé dos más en la heladera. De las tres rosas fucsia que se abrieron no me animé a cortar ninguna porque es la primera vez en 14 años que el pobre rosal del fondo tiene sol y espacio suficiente para florecer a gusto.Hay como cuatro pimpollos más.
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