Toda bloguera que se precie suele quejarse/vanagloriarse de las muchas visitas que tiene su blog aunque nadie deje medio comentario. Eso causa un efecto extraño de ser leída no se sabe por quiénes pero, además, la leve sospecha deque mucha gente entra engañada por un buscador que la lleva a cualquier verdura que una publicó con título engañoso.
Mis entradas típicas pueden tener entre 10 y 40 lectores. De repente alguna se dispara a los 134 o a los 265. O un para se gemelan y suben a las 334 y 337. Entiendo por qué pasa en algunos casos de nombres famosos o de mi cervantinas "Poemas cervantinas". Pero siempre hay fenómenos inexplicables porque son entradas tontas o muy personales o muy muy multitudinarias. Por ejemplo:
After earth (¿Esta peli con Will Smith será la que atrajo a los buscadores de tal manera?)
663
19/11/16
Sueños instantáneos (¿La narración pedorra de un sueño mío ligó las visitas de rebote?)
666
19/11/16
miércoles, 30 de noviembre de 2016
En el diván victoriano pasan cosas
Estoy leyendo una novelita corta de Marghanita Lasky que se llama El diván victoriano. De 1953. Una maravilla de la literatura fantástica. Fuera los clásicos Jeckil y Hyde y las vueltas de tuerca tan repetidas. Viva el canon femenino y feminista.
Autopercepción ficcional y amores realistas
Siempre tuve una percepción fantástica de la realidad (a veces hasta maravillosa): Creo en hadas, en duendes, en animales y plantas que hablan; me caigo como Alicia en cada borde de cama, en cada alfombra, en cada escalón, el tiempo es de chicle o un pedo en un canasto, mi noción de individuo es inestable y vacilante. ¿Cómo no amar los cuentos de Silvina Ocampo y las leyendas de todos los pueblos?
El tiempo entre costuras: Primer capítulo
Lo mejor es el título y las calles y ambientes de Madrid y Túnez. El argumento y los personajes son tan trillados que incluyen primeros planos de una mirada masculina y celeste hasta el amor a primera vista (demasiado para mi hipersensibilidad torta) tanto como heroínas abandonadas en plena joda. Es lindo aveces meterse en un culebrón clásico. Veremos si estoy de humor para seguirla.
The Expanse
Serie con la Tierra y Marte en guerra por el agua y el aire. Pueblos humanos surgidos fuera del planeta y esclavizados en medio de estos dos poderes: cinturoneros se llaman porque viven en el cinturón de asteroides que rodea la Tierra. No me salía el título (un amigo feisbuquero ya me lo tiró) y la empecé sin ganas y medio entre sueños anoche. Hoy me vi dos capitulitos más y pinta para seguir pero me pierdo en las intrigas políticas y las pistas policiales que mucho no me calientan.
lunes, 28 de noviembre de 2016
American Horror Story: Fin de la 3era temporada
Toda de brujas esta temporada. Me gustó porque eran todas brujas pero también porque se jugaba mucho la maternidad, la hijidad, la hermandad y los modos de herencia, linaje y complicidad entre mujeres. El capítulo final con el duelo de las 7 maravillas por ver quién era la nueva suprema fue genial y cada núcleo narrativo fue tirando la secuencia completa para un lado y para otro más de una vez en el mismo capítulo.
Genial el final a nivel amplitud de lo brujeril, la sonrisa de la que nunca creyó ser suprema pero lo es y el infierno doméstico de Fiona (Todos los infiernos estuvieron magníficos y parece que todos incluyen la repetición como lo más desesperante).
Genial el final a nivel amplitud de lo brujeril, la sonrisa de la que nunca creyó ser suprema pero lo es y el infierno doméstico de Fiona (Todos los infiernos estuvieron magníficos y parece que todos incluyen la repetición como lo más desesperante).
Ana Karenina
Agarré el final de la primera parte y la segunda completa por cable. Entiendo que para la época tener un hijo con el amante y no querer volver a casarse era escandaloso pero o no lograron plasmarlo en la peli o yo ya no me asusto con nada. Me emboló bastante.
El diccionario de la pareja. De Amor a Zombie
d
Cada uno lleva la pena del amor perdido como puede. Algunos escuchan boleros y miran fotos viejas, otros escriben un diccionario. Eso hicieron Matías Moscardi & Andrés Gallina con el Diccionario de la separación. De Amor a Zombie, que acaba de publicar Eterna Cadencia y que se presenta esta misma semana. Un tratado sentimental contemporáneo; un manual de supervivencia ¿cómo seguir viviendo sin la persona amada?; una novela de aventuras; un ensayo filosófico sobre el fracaso de la pareja; un recorrido "Alta Fidelidad" por películas, libros y canciones que nos flecharon. Hay un vocabulario para el amor y otro para el desamor, Matías & Andrés lo recorren sin hacer cintura al dolor pero con la inteligencia y la alegría que transmite la parodia y el humor. Estamos chochos de que nos incluyan en su gira porteña (ambos viven en la costa atlántica) y que vengan a visitarnos en la última lectura del año.
¡No se pierdan esta noche de instrucción sentimental, queridas vaquillonas! El viernes 2 de diciembre a las 20:00 en el Bar de La Tribu, entrada gratis.
¿Dónde están, hermosas evangelizadoras?
Dice en feis Felix Bruzzone
Hoy feriado me entretengo en un fondito de agua que se juntó con la lluvia del sábado en una pileta recién pintada. Hay que sacar ese fondito. Primero voy con dos baldes de 20 litros. Pero al ver la cantidad de agua digo, mejor no, mejor traigo una bomba. Vuelvo a casa. Cargo una bomba y la llevo. Un breve contratiempo que se diluye al pensar que no voy a tener que sacar todos eso a baldes. Mientras la bomba saca el agua remuevo la tierra que se pegó al piso con los pies descalzos. El agua se va de a poco y se ve que la pintura quedó perfecta, a pesar de haberse mojado antes de tiempo. Es un orgullo total para un piletero el que una pintura quede así de bien. En pleno brote de orgullo golpean las palmas en el portón. Como mi cliente no sale (los que aplauden son testigos de Jehová, es entendible que mi cliente siga tomando mate) salgo yo y los atiendo. Dos mujeres. Ana, 73 años, y Gladis, 37. Las dos muy bellas y muy simpáticas. Ana me entrega un papel para leer la biblia on-line. "Para que leas tu propia biblia", dice. Tiene un gorrito marinero casi igual al mío y lentes de sol. Después me lee un fragmento de una Biblia que lleva con ella. Yo estoy de increíble buen humor, así que escucho con gran atención, casi embobado. Es un pasaje breve que habla de Dios como refugio. "Es ideal para estos tiempos", dice Ana, y cuando ya veo que va a empezar a hablar de las cosas de las que hablan siempre los testigos de jehová, ella no, empieza a hablas de qué lindas plantas que tengo en el jardín, si se puede llevar una flor. No debería dejarla pasar. Mi cliente qué diría si el piletero deja entrar a extraños para llevarse flores. Le explico la situación. Les digo: "Son muy hermosas, las dos, y se merecen estas flores, y muchas más, pero no son mías. Yo estoy trabajando acá y..." "¿Cómo trabajando? ¿Vos no sos el dueño de casa?" "No, disculpe, soy el piletero." "¡Ah!, ¿pero entonces cuándo te voy a poder volver a ver?, ¡tenés que darme tu dirección, nene!" Gladis no dice nada, se ríe un poco de la ocurrencia de la vieja. Debe estar acostumbrada a que Ana diga cosas así. En ese momento veo que por el caño que sale a la calle no sale más agua, signo de que la bomba terminó y que está chupando aire, y que podría quemarse. "Esperenmé un segundito", les digo a las adorables evangelizadoras. Cierro el portón y corro a apagar la bomba. El trámite lleva un tiempo porque hay que evitar que el agua de las mangueras vuelva por gravedad a la pileta. Entonces aprovecho para sacar la bomba, enroscar las mangueras, terminar con la poca agua que la bomba no llegó a sacar y preparar todo para irme. Y mientras lo estoy haciendo pienso, bueno, ya que estoy aprovecho y me voy, quizá Ana y Gladis necesiten ir a algún lugar y hasta podría acercarlas. Así que cargo todo y enfilo para el portón. Pero entonces, al llegar, descubro que tardé demasiado. Ellas se fueron. Estoy con la bomba en una mano y las mangueras en la otra. Abrí el portón con el pie. Pasa una moto haciendo willy. Dios es mi refugio. Dios es amor. Ama y haz lo que quieras, decía San Agustín. ¿Dónde están, hermosas evangelizadoras? ¿Dónde estaba Dios cuando se fueron?
domingo, 27 de noviembre de 2016
Jorge Consiglio
La escritura de Consiglio recupera algo que parece perdido como esas esquinas llenas de identidad que uno deja de percibir y redescubre de pronto, casi como por casualidad, en el mismo lugar y con la misma implicancia de significado que siempre tuvo. Tal vez lo que vuelva en la literatura de Consiglio sea un tono, una textura muy propia de algunos escritores argentinos y de algunas películas del gran cine del 50 y del 60 en los que una porteñidad de grisura e intensidad complejas parece manifestarse más allá de la misma obra y más allá de la firma. Jorge Consiglio es un escritor de personajes redondos, de seres que irradian eso que sucede cuando la escritura es laboriosa y precisa: una percepción que se escapa de las páginas y le hace levantar la vista al lector porque algo de ahí habla directa, secreta y eficazmente con su propia soledad, con la propia hechura de su mundo.
Los Carne estamos muy contentos de que venga a leernos algo de su nuevo libro, Villa del Parque, este viernes, a nuestra última lectura del año aniversario,
Los Carne estamos muy contentos de que venga a leernos algo de su nuevo libro, Villa del Parque, este viernes, a nuestra última lectura del año aniversario,
sábado, 26 de noviembre de 2016
Jodiendo en femenina
¿Vos siempre jodiendo con lo de las palabras en femenino?, me dice un idiota.
Y me agarra la melomanía biográfica y me imagino a mí misma, grandilocuente, como entrada de wikipedia: "Autora de blabla y bla, siempre jodió con las palabras en "femenino" (sic según uso de su época) hasta corregir tal vicio por el, hoy lo sabemos, correcto y adecuado término: "palabras en femenina".
Y me agarra la melomanía biográfica y me imagino a mí misma, grandilocuente, como entrada de wikipedia: "Autora de blabla y bla, siempre jodió con las palabras en "femenino" (sic según uso de su época) hasta corregir tal vicio por el, hoy lo sabemos, correcto y adecuado término: "palabras en femenina".
Bárbara Belloc
Bárbara Belloc, por los frentes que despliega en su escritura, es la infantería, una avanzada de hombres sobre animales que se meten en el terreno como estrategas que saben que no son ellos solamente los que conquistan, que tal vez también sea el terreno el que desgarra, el que los aborda intrépido en la noche oscura. Traductora, editora, poeta, claro, pero sobre todo buscadora específica y sofisticada; quien pudo asomarse a su Ira, o a su Ambición de las flores, o a su Espantasuegras o a cualquiera de sus libros, sabe que sus intereses son vastos e inusuales, eminentemente clásicos por su ambición de desparpajo, por la fidelidad de una relación posible con la lengua, una relación que incluye el silencio de los solos y la resaca orgiástica. A Bárbara Belloc nos acercamos con trancos muy lentos en lapsos demorados, pero aquí está, clara desde la costa de Carne Argentina, llega para leernos con esa voz, esa presencia potente, en este viernes de festejo. Sean todas las vacas anoticiadas para relamerse: este Viernes 2 de diciembre a las 20:00, en el bar de la FM La Tribu, Lambaré 873.
C O L E C C I Ó N V E R A N O
¡Última lectura del año!
Poemas cervantinas (femeninas)
¿No hace falta aclarar verdad? Mis poemas son femeninas (¿cómo algo puede ser femenino en masculino?) El lenguaje me confunde. Y llevo unos cuantos años leyendo y teorizando sobre "lo" femenino en Cervantes y sus modos de decir el deseo dentro de los moldes genéricos y catequizados de su tiempo.
POEMAS CERVANTINAS
Manuel de Sosa Coitiño, el enamorado portugués en Los trabajos de Persiles y Sigismunda, es mi tema de nueva ponencia para el año que viene. Pero se me volvió poema mientras leía el artículo de Aurora Egido: "Poesía y peregrinación en el Persiles: el templo de la Virgen de Guadalupe."
De paso arranco con una serie de nuevos poemas con Don Miguel que quizás me ayude a escribir menos cochudamente,con menos ironía y sarcasmo y me deje unificar despliegues universitarios,de lectora y de poeta buena (de bondad, no de calidad che).
POEMAS CERVANTINAS
Manuel de Sosa Coitiño
(En Los trabajos de Persiles y Sigismunda)
“Mar sesgo,
viento largo,
estrella clara.”
El enamorado portugués
boga y recita
“no a otro
tono de instrumentos que al de remos
que sesgadamente
por el tranquilo mar
las barcas impelían.”
Boga y recita y le cuenta
su vida de enamorado
a los peregrinos que se cruza
en su bogar. No sabe
que es personaje cervantino,
que es leído por mí
400 años después
de su bogar ficcional,
que los protagonistas son los otros
y que morirá
de muerte natural
al terminar el poema.
(El suyo, no éste
que lo revive)
Paula Irupé Salmoiraghi. Nov 2016
De paso arranco con una serie de nuevos poemas con Don Miguel que quizás me ayude a escribir menos cochudamente,con menos ironía y sarcasmo y me deje unificar despliegues universitarios,de lectora y de poeta buena (de bondad, no de calidad che).
POEMAS CERVANTINAS
Manuel de Sosa Coitiño
(En Los trabajos de Persiles y Sigismunda)
“Mar sesgo,
viento largo,
estrella clara.”
El enamorado portugués
boga y recita
“no a otro
tono de instrumentos que al de remos
que sesgadamente
por el tranquilo mar
las barcas impelían.”
Boga y recita y le cuenta
su vida de enamorado
a los peregrinos que se cruza
en su bogar. No sabe
que es personaje cervantino,
que es leído por mí
400 años después
de su bogar ficcional,
que los protagonistas son los otros
y que morirá
de muerte natural
al terminar el poema.
(El suyo, no éste
que lo revive)
Paula Irupé Salmoiraghi. Nov 2016
Mueren héroes, rockeros, patriarcas. Las mujeres no mueren
Dice en feis Rita Gonzalez Hesaynes
Hay algo que está muerto. Se lo siente. Es una muerte suave, largamente esperada, algo que fue muriendo desde hace tantos años que el pasaje al submundo es una delicadeza. Los comandantes mueren. Los generales mueren y es feliz que lo hagan. El pueblo, sin embargo, queda ahí: una y otra vez se reproduce como una masa viva que no puede extinguirse, que no quiere. Mueren héroes, rockeros, patriarcas. Las mujeres no mueren, o acaso mueren menos: todas son iguales, cíclicas, para la Gran Cultura.
Decía Hobsbawm que el siglo XX fue un siglo corto, que empezó con la Guerra, la primera, y terminó con la caída del Muro. No sé si estoy de acuerdo. En 1989 el siglo se jubiló y miró jugar a sus criaturas. Crías bobas de incubadoras bobas. Crías hiperinteligentes y aburridas, girando sobre sí mismas. Qué más da. Enfermo y detenido, deja de respirar, precisamente este año. Los padres mueren y quedamos solos con nuestras ideas. Encerrados con nuestro propio espejo. Van a surgir los padres de otro siglo: padres bobos, padres hiperinteligentes y aburridos. Entonces uno quiere saludar a lo que muere, a esa energía que transformó la tierra, y se colgó una azada o un fusil. Porque somos la tierra transformada, pero también la energía que transforma. Y quizás hoy seamos un poco más libres y quizás también sepamos a quién agradecerle. Agradezcamos. Tomémonos el tiempo, pero no levantemos más altares. Lo que importa es que las herramientas esperan en el rincón del óxido. ¿A quiénes? A nosotros. No hay nadie más en esta habitación.
jueves, 24 de noviembre de 2016
Los verdes de Baltasara
Aquí estamos: Amo las manadas, los enjambres, los almácigos, los bosques, las colecciones de poetas.
martes, 22 de noviembre de 2016
Carne chilena y cordobesa
Ciclo Carne Argentina ha añadido 2 fotos nuevas — con Nadia Prado y Natalia Ferreyra.
Dos escritoras singulares y talentosas nos visitan en la última noche del año de Carne Argentina: Nadia Prado, poeta chilena, de las mejores de su generación, con una larga trayectoria y títulos como Un origen donde podría sostenerse el curso de las aguas (2011), Copyright (2003), Simple placeres (1992) y el flamante Jaramagos. Y Natalia Ferreyra, escritora cordobesa, que este año publicó su primer libro de relatos, El resto de los días (Nudista), que revela una mirada aguda y una prosa filosa, seguramente uno de los libros de relatos más interesantes de 2016. Así que el viernes 2 de diciembre vendrá con tonadas de la cordillera y de las sierras acompañando la preciosa escritura de estas dos mujeres. Arrancamos temprano, a las 20, porque ya van a ir viendo que la toldería de La Tribu estará pletórica de invitados despidiendo el 2016, nuestra década carneada.