Qué gracia me da la gente que sabe que ha sido muy soreta conmigo y para congraciarse trata de adularme, hasta de repetir las cosas que yo digo, como de parecerse a mí o disfrutar de las mismas cosas, como si a mí me gustara ver delante mío un clon o necesitara que me anduvieran chupando las medias.
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