Desearte y alejarme de vos son marcas tremendamente corporales en mí. A veces te necesito como un ladrillo necesita que lo mojen antes de pegarse al cemento o como una pantorrilla necesita su crema humectante diaria. A veces estar con vos es como arrastrar mil cadenas oxidadas, como ir empujando con las rodillas bloques gigantes de piedra caliza. Y cuando me libero, cual Sansón con crenchas nuevas, siento que soy liviana y danzo y el viento me modela la cintura como alfarero sabio en formas curvas.
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