jueves, 21 de julio de 2016
Bendíseme, Última
Toda linda, desde el título y la voz del niño que pide la palabra santa de la mujer a quien deben llamar "Grande" y de quien él aprende los usos de los yuyos del páramo y la sabiduría para soportar los modos de intervención humana en el destino de cada hombre que "debe abrirse como una flor". Muy bello el búho y la oposición entre chamanismo y brujería con el catolicismo y otras creencias ahí sincréticas. Pensé durante toda la película qué habrá en mí que me tira tanto lo maravilloso americano, que me emociona tanto la conexión con la vida y los elementos de la gente de acá y me aleja de la tradición europea que, se supone, me viene en la sangre ( a lo sumo en tres de mis cuatro líneas sanguíneas) .
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