Vos no te bancarías un marido, me dice una con tono de demostración de que la culpa es mía por andar sola. Uno como el tuyo, nunca, pienso y sonrío.
Dicen que los maridos son cosos que evitan que una ande sola por las noches, se meta en talleres de percusión y ensaye tres veces por semana, inicie una carrera universitaria a los 40 y sueñe con disertar en Humahuaca. Menos mal que solamente tengo un ex-marido. Son mucho más útiles.
A veces extraño Alpatas Frías en la cama. Después me duermo.
¿Tanto precio hay que pagar por un poco de calor masculino?
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