Muy buena. Creo que el título se refiere a lo del síndrome de Estocolmo entre torturador y víctima pero la historia es sencilla: un "tío" que se enamora de una "tía" a primera vista en un bar y todo lo que hace para que le dé bola. Típico pero gracioso. Lo genial genial es lo que pasa a la mañana siguiente. Y no les cuento el final ni en pedo. Muy bueno el laburo con los estereotipos y mi frase preferida: "El juego no se termina cuando tú quieres".
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