miércoles, 11 de mayo de 2016

Tren nocturno a Lisboa

Otra con prota que escribe (¿o era docente?)Se me confunden las pelis, digo, las personalidades, es decir, digo, las horas y horas de llenar mi cabecita con ficciones. No hay problema ¿no? Estas entradas nunca pretendieron ser crítica cinematográfica sino mera bitácora de los restos que quedan en mí de historias construidas en pantallas.
Esta fue hermosa. Melancólica, nostálgica. De las que siguen una mujer con cara de utopía y se desváin y se muerden la cola y quizás, al final, se encuentran consigo mismas. Las historias, digo, y los personajes que de repente, por un hecho fortuito, por un objetivo ajeno, empiezan a vivir.
Hermosa la ciudad, por otro lado, y codear al viejo al lado mío en la cama y decirme: "Mirá qué linda esa esquina".

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