lunes, 4 de abril de 2016

La sonrisa y felicidad indisimulables de la mucana que ahora limpia la pileta

Dice en feis Felix Bruzzone
6 min
Paso por lo de una ex clienta muy hija de puta. Muy. Y muy tilinga también. Una a la que igual yo le perdonaba todo porque un mes de enero dejó a su madre al cuidado de la casa, y entonces yo tuve que tratar con la madre, y entonces entendí todo. Y entendí, fundamentalmente, que mi clienta era una versión bastante mejor que la madre. De hecho cuando me dijo "no vengas más, se van a ocupar mis hijos" le creí. Siempre se quejaba del precio y dejaba los pagos a cuentagotas. Tengo que decir que me alegré un poco cuando me enteré de que se había separado del marido cuando lo descubrió en la cama con su mejor amiga. Me lo contó la mucama con sonrisa y felicidad indisimulables. Después bueno, el marido hizo operativo retorno, la remó, la remó, varias veces lo vi esperándola afuera, luego haciéndole masajes en la espalda, en el jardín, y al final el regreso. Para ese momento ella ya me había echado, pero me fui enterando igual, solo de pasar por la puerta ya te dabas cuenta de esos cambios en la vida familiar. Pero el otro día volví al odio feroz cuando vi a la mucama limpiando la pileta. O sea: no la limpian los hijos, ni el marido, ni ella, la manda a la mucama. Ojalá le pague algo extra. Aunque conociéndola. Me dieron ganas de encarar a la mucama y preguntarle. Pero al final seguí viaje. Prefiero recordarla con la sonrisa y felicidad de aquella vez.

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