Tampoco hay recuerdo fotográfico, aunque sí algo de recuerdo resacoso esta mañana, del momento en que, a las 3 de la tarde, me vinieron abuscar demasiado temprano porque había que organizar todo en Ceres y yo estaba recién almorzando y el kiosco de la esquina estaba cerrado pero yo no me resignaba a no tomarme una cervecita. Así que salí con bolsa y envase vacío y me la compré en otra kiosco con un par de pilas y los puchos. Me la fui tomando del pico, para asustar viejas y viejos, y porque no daba pagar 72 mangos la botella en Ceres mientras poníamos y sacábamos mesas y sillas.
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