La idea disciplinadora de la urgencia y la disidencia norecatada

Dice en feis Virginia Cano

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Yo quiero hacer mi pequeña apología, o mejor dicho, mi pequeña oda a la reivindicación y (re)apropiación de los placeres y las imágenes como parte fundamental de nuestra lucha. Cada tanto me pasa que viene algún gilastrún a objetar ciertas intervenciones (como los tetazos y el tortazo que organizamos con Noe Gall, Marta Dillon y Eme Romero) so pretexto de que hay cosas más importantes por las que combatir, tales como la violencia de género, los femicidios o la diferencia de salarios entre varones y mujeres (todas luchas de las que participamos cada una a su modo, dicho sea de paso, y que en ningún sentido desestimamos). Esta visión pobre de la militancia, apegada a la idea de "urgencia" y que sólo admite las pasiones tristes como dignas de un activismo "respetable" no sólo me parece desacertada, ¿pues para qué luchamos si no es para construir un mundo mejor, un otro-mundo donde nuestros cuerpos, nuestros deseos y nuestros placeres sean todos bienvenidos?, sino que también me parece sumamente disciplinadora. No sólo pide un feminismo o una disidencia sexual recatada y "aceptable" para el "común" de la gente, sino que también marca la cancha con las ideas de "lo prioritario" y "lo secundario". Y si hay algo de lo que sabemos las lesbianas, entre muchxs otrxs sujetxs marginalizados por cierto feminismo hegemónico, es de los estragos y relegamientos que esto ha causado a muchos grupos minoritarios. Así que sí, hoy torteamos tod@s junt@s, felices y radiantes. Hoy nos celebramos y te llenamos el muro (este espacio tan trivial que sin embargo te produce mucha molestia en este momento) de nuestras cuerpas, humores, placeres y fluidos. Y lo hacemos así, públicamente, practicando la política del orgullo y la resistencia a tus códigos de moralidad y buenas costumbres. Y lo disfrutamos. Lo gozamos sin pudor y sin pedirle permiso a nadie. Hoy nos disfrutamos con jovialidad y con la esperanza deseosa de seguir ampliando el horizonte de lo posible. Y sí, claro, lo hacemos también porque se nos da la gana. Besitos tortilleros para todxs!