viernes, 5 de junio de 2015
Fantasía cumplida con la Bella y la Bestia
Siempre que veía la peli de Disney u otras en las que se repite la escena del hombre lastimado y la chica que lo cura (alguna vez hasta pensé hacer un relevamiento teórico de tales escenas) se me escapaba un aaaaaaaahhhhh de lo más romántico. Bueno, ya tuve mi momento y se lo dije a Gus y todo: Domingo en mi cocina, yo picando cebolla y zapallitos para pastel de verduras, él desarmando el lavarropas; corte en el dedo con cuchillo que reemplazaba herramienta más adecuada e inexistente, gotas de sangre sobre el papel de diario del piso, "vení que jugamos a la Bella y la Bestia" mío mientras busco gasa y alcohol (él no soporta el contacto con el algodón); "Con cinta adhesiva y todo, qué grande!" de él que yo escuché como "te amo"; limpiado y seudo vendaje; "me duele", dijo él, "dame que le doy un besito y le hago sana-sana", dije yo, pero estaban los chicos y él no se animó a seguirme el juego.
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