jueves, 4 de junio de 2015

Empezar a entender la boludez del otro porque una se manda la misma boludez

Qué feo, dije siempre, es que te hablen de celos y porongas ajenas cuando una está preocupada por la vida y la muerte, la salud, la familia, el trabajo. Y ahora fui yo: con conchas ajenas. Perdón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario