sábado, 2 de mayo de 2015

Me creo histérica hasta que encuentro la coherencia

Ayer estuve todo el día sin entenderme a mí misma porque me dijiste por teléfono que quizás venías a guardar el auto acá a la noche y que "no daba" guardarlo e irte, así que... por ahí...ahora que hablamos... Y entré enpánico: ¿todo otra vez? ¿otra vez verte llegar todos los días a las 8 de la noche desarmado de cansancio? ¿otra vez bancarme tus chistecitos hirientes sobre lo que hago todo el día? ¿otra vez andar con pie de plomo en mi propia casa para que no te enojes?Pero también: dormir abrazada a vos, verte mirarme como me gusta que me mires, contarte todo lo que hago, escucharte contar tus anécdotas de autos locos y gordas trolas, coger, coger, coger, pasarte la mano por la espalda, olerte, tomarnos juntos un vinito patero, sonreirte y hacerte pucheros según me pinte.
Pero sentí que no quería perdonarte así como así las pelotudeces que te mandaste ni permitirte entrar y salir de mi casa sin ningún criterio aceptable. Me sentí mal temiendo que vinieras y yo no poder rechazarte. Cuando se hicieron las 9, las 10, las 11, las 12 de la noche, ya no sé qué quería: me dio bronca que no vinieras a que te rechazara, que no me llames (total no habíamos quedado en nada y yo estoy acá al pedo esperándote) y me dio bronca que supieras que yo podía llamarte si quería y si no te llamaba es porque no quería. Al rato hablé con la Sil y, verbalizando con su querida aprobación, nos dimos cuenta de que no es tan incoherente lo que pido: No quiero que caigas acá "porque pintó", porque volvió tu amigo de Córdoba y ya no tenés que cuidarle la casa y es un bajón volver a lo de tu viejo, no quiero ser tu "menos mala" opción de vivienda, en fin, ni quiero vivir con vos así como estás. Me habías dicho que estabas curado de tus celos y quedó demostrado que no, que estás igual de idiota y manipulador, así que no, en casa no. Espero que puedas inventar algo lindo para seguirnos viendo.

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