lunes, 6 de abril de 2015

La divina ambición de todos los vientos

SIN TI


GABRIELA MISTRAL



Desde que me quedé sin ti, me quedé sin un árbol, sin un hilo de agua, sin tierra en la tierra. Y me vino esta ansia de andar, no por ir buscando el paisaje sino por ir buscando la fatiga. Delante de las puestas de sol maravillosas yo no me he detenido; una fragancia que venía de las cercas próximas no me ha hecho volver el rostro.

Esa, dicen, tiene hambre de tierra, la divina ambición de todos los vientos. Y es mentira, porque yo no tengo más que el ansia de una fatiga mayor que ésta, que rompa los huesos y los esparza, por fin, en el camino.

[De Reino]

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