A veces digo que él es el que no se estabiliza, no se deja querer, no se decide a proyectar conmigo ni a pasarla bien juntos. A veces se me ocurre que la que se escapa y no se deja atrapar soy yo, la que no quiere amor-cárcel, amor-prohibición, amor-límite, amor-rutina, amor-embole. Pero debe ser que, de nuevo, lo estoy justificando.
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