Curar mi exilio sin nuevas heridas
- Esta “búsqueda del amor en todos los
lugares equivocados” es la reacción al exilio. Cuando una mujer recurre a
una conducta compulsiva y repetida —repitiendo una y otra vez un
comportamiento que no la satisface y que provoca declive en lugar de una
prolongada vitalidad— para aliviar su exilio, lo que hace en realidad
es causarse más daño, pues no se cura la herida inicial y, en cada una
de sus incursiones, se produce nuevas heridas.
- Las soluciones a estas opciones
equivocadas son varias. Si la mujer pudiera sentarse y contemplar su
corazón, vería en él la necesidad de que se reconocieran y aceptaran
respetuosamente sus cualidades, sus dotes y sus limitaciones. Por
consiguiente, para empezar a curarte, deja de engañarte pensando que un
pequeño placer equivocado te curará la pierna rota. Di la verdad acerca
de tu herida y entonces comprenderás el remedio que le tienes que
aplicar. No llenes el vacío con lo que te resulte más fácil o lo que
tengas más a mano. Espera a encontrar la medicina adecuada. La
reconocerás porque tu vida será más fuerte y no más débil.
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