jueves, 26 de marzo de 2015

Curar mi exilio sin nuevas heridas

  • Esta “búsqueda del amor en todos los lugares equivocados” es la reacción al exilio. Cuando una mujer recurre a una conducta compulsiva y repetida —repitiendo una y otra vez un comportamiento que no la satisface y que provoca declive en lugar de una prolongada vitalidad— para aliviar su exilio, lo que hace en realidad es causarse más daño, pues no se cura la herida inicial y, en cada una de sus incursiones, se produce nuevas heridas.
  • Las soluciones a estas opciones equivocadas son varias. Si la mujer pudiera sentarse y contemplar su corazón, vería en él la necesidad de que se reconocieran y aceptaran respetuosamente sus cualidades, sus dotes y sus limitaciones. Por consiguiente, para empezar a curarte, deja de engañarte pensando que un pequeño placer equivocado te curará la pierna rota. Di la verdad acerca de tu herida y entonces comprenderás el remedio que le tienes que aplicar. No llenes el vacío con lo que te resulte más fácil o lo que tengas más a mano. Espera a encontrar la medicina adecuada. La reconocerás porque tu vida será más fuerte y no más débil.

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