sábado, 21 de febrero de 2015

Hexico

soy
VIERNES, 20 DE FEBRERO DE 2015
PMW: PESCANDO MUJERES EN LA WEB

El cristal con que se mira

Con el enigmático nombre de Hexico, esta artista argentina interviene en la web con una colección de figuras monocromáticas. ¿Niñas o niños? ¿Hermanas, amigos, figuras en los espejos o amantes? Lo mismo, lo parecido, y una alerta hacia las formas de mirar.



 Por Paula Jiménez España
En Saylor City, el equipo de Roller Derby argentino del que es jugadora histórica, le dicen Capo, pero como ilustradora se hace llamar Hexico, un apodo nacido de su adicción al Hexic, un juego de MSN. El agregado de la “o”, aclara, es por esa cosita que le pasa a veces de nombrarse a sí mismx en masculino y que en sus roles de artista o deportista puede perfectamente resolver. Ese desacato a las definiciones se lee también en la página de Facebook donde expone una serie de obras suyas, cuyo tamaño en papel no pasa del de una hoja A4, y en las que lo queer reina, solapado e ingenuo, con su atmósfera de ambigüedad. En esta suerte de galería virtual, que se va enriqueciendo con los días y los comentarios, Hexico se dio el gusto de colgar varias ilustraciones monocromáticas que tienen como protagonistas a personajes misteriosos que parecen salir de lúgubres cuentos infantiles o reproducir el estilo del test de Phillipson (hecho para que el inconsciente de quien los mire proyecte en ellxs toda su sombra). Algunxs de estos personajes aparecen de a dos, tomaditos de la mano, andando en monopatín o jugando en la nieve (en la mayoría de las escenas están arropadxs, dando la idea de un clima invernal, que genera siempre un poco más de miedito). Por su relación, podemos pensar que se trata de parejas de niñas lesbianas o de niños gays, pero también de hermanxs gemelxs o al menos muy parecidxs, ya que una diferencia de altura entre ambxs expresa una cierta desigualdad, al menos de edad. De rostros idénticos entre sí, algunxs miran de frente sin sonreírse, como posando para una foto; otrxs se muestran sorprendidxs ante el click sorpresivo de una cámara, que no es una cámara ni produce sonido porque es un pincel. Un pincel sofisticado y extraño con el que Hexico delinea su originalísimo mundo. Para estas ilustraciones comenzó usando un color gris de Payne que después, cuando se cortaron las importaciones, dejó de conseguir en las librerías, y que se vio obligadx a crear ellx mismx mezclando otras tonalidades que terminan en una suerte de azul agrisado, imposible de definir. El desafío, dice, es explotar todas las posibilidades del monocromo y de paso, agrego yo, infundir a esta obra naïve, pero sombría, y tan tierna como irónica, una personalidad súper identificable. La excepción son los dibujos “Primavera” y “Tintin” (este último hecho especialmente para Jueves de interpretación, otra página feisbukiana donde abundan tintines de todos los tamaños y estilos), en los que usa más colores. A esta serie de figuras humanas la completa con otra donde lo figurado son insectos que se muestran de a uno —con toda su delicadeza y para muchxs también su repugnancia— o en multitud, como los que parecen conformar el estampado de un mantel con abejas y moscas de patas peludas (lo que unx nunca quisiera encontrar en un plato de comida) y que parecieran expresar, por su repetición, una suerte de masificación identitaria apresada en el diseño. Disidente y provocador es el estilo de estx artistx, cuyo nombre real, en su bendita misión performática, se ha convertido en un misterio más.
Para ver más de Hexico, buscarlx en Facebook.

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