martes, 1 de julio de 2014
Mi día de ayer fue terrible pero el de Felix...
Dice Felix Bruzzone
7 h · Editado ·
Mi amigo que manejaba tractores y ahora es Bill Gates me busca en su auto a las 6 30 y me lleva a la Esso de Márquez y Panamericana. Gracias Billy! A las 7 me levanta de ahí El Percusionista (en otro auto) y le cebo mate por un túnel de niebla hasta que llegamos, como teletransportados, al penal de Marcos Paz en plan de visita a presos por delitos de lesa humanidad. Me hice el tonto con esto todo el fin de semana y ahora me llevan como de la mano a un encuentro cercano de 8vo tipo del cual volver transformado es casi lo de menos. Pasan cosas sobrenaturales que le provocarían impresión hasta a un monje zen que viviera con los yetis del Himalaya. Creo que ni El Percusionista esperaba algo así. Igual, uno es un ser apacible y se la banca, y usa la energía adicional para seguir, porque el día sigue.
A la tarde visito a mi amigo El Cantante, que tira frases como:
-en facebook son todos re felices, pero todos tienen fotos con gatos
-¿y qué vas a escribir?, ¿algo como el "nunca jamás"?
El furcio es desopilante y no sé si soy Peter Pan, Wendy, Campanita o el Capitán Garfio.
Todo puede terminar ahí, pero como todavía hay más cosas que hacer las hago y vuelvo tarde, como siempre.
Me quedo dormido de pie, agarrado a la puerta del tren.
En Scalabrini Ortiz paramos de golpe y me despierto. Un tipo empieza a gritar; está tirado en el andén, cara al piso. Casi al lado de él, otro (un amigo) quedó hecho un nudo entre las ruedas, justo abajo mío. Imposible no verlo sin pensar que el que lo pisé fui yo. No hay sangre (no se ve), ni olor. Y el muerto todavía se mueve.
Mucha gente se acerca. La mayoría pasa sin mirar. La policía despeja la zona.
Tomado de su muro de facebook
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