domingo, 6 de abril de 2014

La nolinealidad de las fotos

Son un desbole ¿y qué? Un desconche, si Vale no se pone colorada y me permite, una vez más, aludir a los órganos sexuales femeninos en vez de los consabidos y poco impactantes masculinos.
Las sacamos con tres aparatos distintos (los aparatos de Salmoiraghi, Pariso y Losa que entre los tres sí hacen uno y pico): El celu de Gabo parece que no tenía problemas, mi cámara tenía la memoria llena y vaciarla justo ahora..., la cámara de Vale no tenía batería... Así que pusimos la memoria de Vale en mi cámara y la teoría cyborg es un pocroto al lado nuestro. Y fuimos sacando una y la otra con la misma cámara Frankestein.
Al llegar Vale con su memoria a su casa, me dice por feis que se le perdieron fotos entre la cámara y la compu, le digo que ya van a aparecer. Hoy aparecieron y las sumamos, pero restamos las movidas, las opacas y las que estamos impresentables.
¿A alguien se le ocurriría ser tan cruel como para pedir linealidad y cronología a estas imágenes tan bellamente concebidas y paridas? ¡Déjensé de joder!: Son instantáneas de un viaje que se reconstruye en nuestros cuerpos y en sus ojos para contagiar un poco, nada más.

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