viernes, 7 de marzo de 2014

Hoy celebramos el día de la visibilidad lésbica

Dice Virginia Cano en feis:


Cuándo era más joven, bastante más joven, encontraba mi deseo de coger con mujeres perturbador. Intuía (y vivía ya, al menos en el modo de la anticipación paralizadora), algunos de los costos que supone abandonar la tierra (y el contrato) de la heterosexualidad. El exilio olía a soledad, censura y ostracismo. Una partida dolorosa e incluso vergonzante.

Poco sabía entonces de la alegría, la compañía y los amores que dicha partida traería para mí. Las pesadillas del exilio dieron lugar a un encuentro ineludible y transfigurador. El lesbianismo (y el feminismo que vino con él) fue -y es- para mí una morada (im)posible: lugar de llegada y de partida a la vez. Entendido no como el mero deseo -y práctica- de coger entre mujeres, sino como ethos, es decir, como modo de habitar y ser en el mundo, como lengua en la que narrar(nos) y fantasear(nos), como cuerpo colectivo construido entre cuerpos, besos, sueños, sexos, puños, ensayos, palabras, desvaríos y fracasos, el lesbianismo (feminista) me proveyó de un refugio y una trinchera en la que ser-con.

Hoy celebramos el día de la visibilidad lésbica. Lo celebramos porque el lesbianismo (y ojalá lo hubiera sabido mucho antes) es ocasión de alegría, orgullo y encuentro. Lo celebramos porque para much@s de nosotr@s el lesbianismo fue, es o será un modo de hacer más vivible este mundo, e incluso más esperanzador. Y también lo celebramos para no olvidar las muertes, dolores, golpizas, soledades e injusticias que animarse a vivir como lesbiana puede comportar, y de hecho comparta para much@s.

Y lo hacemos hoy, todas y todxs lxs que queremos celebrar, no exentxs de contradicciones. Quizás porque sabemos que esas contradicciones y tensiones pueden resultar fértiles. El 7 de marzo "La Pepa" Gaitán era fusiladx por el padre de su novia. Para ser honesta, y para honrar lo que vengo pensando con toda esa gente que habita -de un modo o del otro- el lesbianismo (trans)feminista que he(mos) llegado a construir, yo tengo dudas si a "La Pepa" lx mataron por lesbiana, por pobre o por encarnar una masculinidad insoportable e imperdonable en alguien con vulva (tenemos que seguir pensando y escuchando). Lo que sí sé es que su muerte no hubiera ocurrido si viviésemos en un mundo menos lesbofóbico, transfóbico, clasista, racista, cisexista y misógino.

Nos vemos en la Plaza.

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