Densa, eso seguro: muchos personajes, muchos conflictos, muchas metáforas, mucho calor, mucho olor a pescado podrido. Sin embargo, algo no funcionaba: ¿demasiados personajes? A veces me parecía que uno se tapaba al otro, que faltaba coherencia, que cada actor en sí construía su drama pero no había relación con el drama ajeno. ¿Muchos conflictos? Dice mi hermana "como la vida misma", pero algo en el tono o en el registro, medio cómico cuando era angustiante, medio grotesco cuando apretaba la tragedia, no me terminaba de cerrar.
Cuando pasa lo que pasa al final, mi frase mental fue "¿Por qué no se van todos a la mierda?". Y quizás ese era el objetivo de la obra o me descolocó mi costumbre de divertirme en La Herrería y no me lo esperaba.
Genial el remate de la noche con caminata con Nadia, Rafa y Magda por Sanmi, y pizza y cerveza en Massima y homenaje a Los Beatles en vivo. Yo no entiendo mucho pero sonaban muy bien y daban ganas de quedarse ahí en medio de la noche de soponcio.
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