domingo, 7 de julio de 2013

Tu parte malditamente cervantina

Vimos con Magda TU PARTE MALDITA, adaptación en teatro semimontado en el Cervantes de El celoso extremeño. A mí me gustó mucho, mucho. Mijita medio se aburrió con los 5 personajes sentados leyendo y apenas gesticulando. Para mí lograron un recorte de los celos, la juventud, el tratamiento del cuerpo, que rozaba la historia de La bella durmiente y sus costados más patológicos. Muy buen texto y decisiones argumentales para alejarse de Cervantes.
De la facu me fui con el 132, gracias a Juan Cruz Lamuedra, saqué dos entradas (no dan más por persona), tuve que decidir si entrar con el chico de seguridad o con el viejo del estacionamiento pero decidí volver a mi casa a buscar a la nena. LLegué a las 4 y a las 5 volvimos a salir. La salita es chica, seis filas y quedaban tres lugares vacíos (y entraron dos viejas que tosían y se soplaban los mocos).
Me impactó sobre todo la emoción de esos discursos en primera persona, la partición entre tres partes tituladas y presentadas metadiscursivamente por un personaje sentado también en escena: Parte I: La niña, Parte II: La casa, Parte III: La llave. Muy buenos los cuatro personajes: La niña, el viejo, el muchacho y la que hacía de todos los criados porque su parlamente mismo la autodefinía como sin ser, reconocido solamente por la genuflexión, por el servicio al señor, por su rol funcional. Me gustó mucho el invento de la niña mantenida flotando, sin voluntad en una cápsula tipo La bella durmiente o Frankestein. Creo que lograron muy bien lo que ellos mismos plantean al inicio de ser personajes arquetípicos, mucho menos encarnados que los cervantinos.
El semimontado y semileído causa un efecto extraño, para mí se refuerza muy bien con esta intención metatextual que la adaptación tiene en sí misma.

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