sábado, 3 de diciembre de 2011

Dormir tranquilos bajo las sábanas de la normalidad

Mayoría absoluta
diciembre 2nd, 2011 · No Comments



Tomado de http://www.tomashotel.com.ar/archives/5715/comment-page-1#comment-35914

La democracia ha alcanzado uno de sus picos más altos en la cuestión de la libertad de expresión. Esto es evidente en el especial cuidado que debemos tener al elegir las palabras que vamos a usar para decir lo que pensamos. Los libres pensadores siempre se han destacado por la comprometida y férrea lucha contra todos aquellos que, haciendo uso de su derecho a elegir, deciden no tener la mente abierta.

Grandes pasos se han dado también en la integración de las minorías. Finalmente se ha entendido que, ya que son chivos expiatorios, siempre a mano para acusarlos de los males que aquejan a nuestro cada vez más castigado mundo, lo menos que se puede hacer es tratarlos bien. Cuanto más merchandising les permitamos usar prendidos en su pecho, es más fácil el conteo para asegurarnos la tranquilidad de la superioridad numérica de lo estándar. Fértiles han sido en la creación de palabras para identificarlos. Se dispone de innumerables variantes para cada uno de los sectores. El asunto es no entusiasmarse y tener la cabeza fría para recordar que se debe decir gays y no putos, bolivianos y nunca bolitas. Decir chinos todavía es aceptable si no se agrega ningún desagradable adjetivo (1) anterior o posterior al núcleo del sujeto. Atención además de no hacer uso a ninguna característica física como método identificatorio visual o señal inequívoca de determinados comportamientos.

No se niegan ni los avances ni las injusticias. Solo debería sembrarse un poco de duda entre tantas buenas intenciones, si son necesarios los gestos condescendientes, la solidaridad berreta que nace de la presunción de que cantidad y debilidad son directamente proporcionales. Y si en este derroche de ideales no estaremos siendo demasiados duros con los que no están de acuerdo con todo, si no será justamente esa bozal tan invisible como efectivo, el que provoca la violencia (2) de los hechos, que las manos sean las que ejecuten la catarsis nefasta, sangrienta e innecesaria, si no son este tipo de batallas en nombre de la equidad las que dejan en evidencia la necesidad que tenemos de dormir tranquilos arropados bajo las sábanas de la normalidad, de dejar en claro que no somos todos iguales.

Perro que ladra

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