domingo, 2 de octubre de 2011

Maternidad, esclavitud y amor fou


"Le pedí que te llevara a ti. Llevaos a mi hija. Porque comprendí que el hombre alto te veía como a una niña, un ser humano, no como piezas de a ocho. Me arrodillé ante él esperando un milagro. Él aceptó.
No fue un milagro concedido por Dios. Fue un favor ofrecido por un hombre. Seguí de rodillas. En el polvo, donde mi corazón permanecerá todas las noches y todos los días hasta que comprendas lo que sé y anhelo decirte: que te den el dominio de otro ser es duro: arrebatar con violencia el dominio de otro ser es un error; entregar el dominio de ti mismo a otro es mala cosa.
Oh, Florens. Escucha a tua mae."




Toni Morrison. Una bendición

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