viernes, 29 de julio de 2011

Mañana serán árboles

El balcón



Octavio Paz



Quieta
En mitad de la noche
No a la deriva de los siglos
No tendida

Clavada
Como idea fija
En el centro de la incandescencia
Delhi

Dos silabas altas
Rodeadas de arena e insomnio
En voz baja las digo

Nada se mueve
Y sin embargo

Crece
La oleada silenciosa se dilata
Es el verano que se derrama
Oigo la vibración del cielo bajo
Sobre los llanos en letargo
Masas enormes cónclaves obscenos
Nubes llenas de insectos
Aplastan

Indecisos bultos enanos
(Mañana tendrán nombre
Erguidos serán casas
Mañana serán árboles)
Nada se mueve

Y sin embargo
La hora es más grande

Yo más solo
Clavado

En el centro del torbellino
Si extiendo la mano
Un cuerpo fofo el aire
Un ser promiscuo sin cara
Acodado al balcón

Veo
(No te apoyes,
Si estás solo, contra la balaustrada,
Dice el poeta chino)
No es la altura ni la noche y su luna
No son los infinitos a la vista
Es la memoria y sus vértigos
Esto que veo

Esto que gira
Son las acechanzas las trampas
Detrás no hay nada
Son las fechas y sus remolinos
(Trono de hueso

Trono del mediodía
Aquella isla
En su cantil leonado
Por un instante vi la vida verdadera
Tenía la cara de la muerte
Eran el mismo rostro

Disuelto
En el mismo mar centelleante)
Lo que viviste hoy te desvive
No estás allá

Aquí
Estoy aquí

En mi comienzo
No me reniego

Me sustento
Acodado al balcón

Veo
Nubarrones y un pedazo de luna
Lo que está aquí visible
Casas gente

Lo real presente
Vencido por la hora

Lo que está allá
Invisible

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