Diario de un naturalista (fragmento)
Valeria Meiller
8 de Junio
Días soleados sobrevinieron a la nevada. Días serenos y sin viento.
Antes hubo que abandonar la casa, el tambo, el paridero.
Las madres están por todas partes. Hechas una lágrima
parecidas a sus hijos.
Compruebo el aumento
de estos últimos día tras día. Se han convertido
en una de las especies más comunes.
9 de Junio
Tierras incultas. Lugares de procreación.
Son trasparentes. Están por donde se mire. De a cientos
prendidos a la teta como un insecto chupador.
10 de Junio
Hoy nacieron dos. Un niño y una niña.
Lloraron como un barril de pólvora.
La calma llegó cuando los acostaron juntos.
Ya saben voltearse sobre la hoja que oficia de cuna.
Sus hábitos
me recuerdan a los de ciertos insectos.
11 de Junio
El padre de la niña menciona venados y toros.
Me ha asaltado una pregunta:
¿Puede una escala inferior estar dotada de ira?
12 de Junio
Esta mañana el padre escaló un árbol con la niña al cuello.
He recordado algo del libro de los profetas. Mi herencia es para mí
como un pájaro jaspeado; los pájaros en derredor están contra él.
13 de junio
Esta madrugada, el suelo parecía una laguna de sal.
Una lámina fría del espesor de un vidrio.
En el trascurso de la mañana
se erizó una escarcha picada y blanca. Los caballos
sacudieron las patas toda la noche y tres niños
intentaron patinar sobre las suelas.
14 de junio
Toda la tarde sobrevuelan libélulas.
Los niños se acodan en las ventanas para ver.
La última vez que lo vimos dormía repiten
los hermanos a la pregunta de la madre.
Un niño dormido sobre el pasto
cuando despierta dibuja
los colores que flotan en el bebedero.
Otro niño dormido sobre el pasto
cuando despierta recuerda
haber soñado que llovía.
El Último niño dormido sobre el pasto
cuando regresan los demás niños no aparece.
Tomado de http://laseleccionesafectivas.blogspot.com/2008/06/valeria-meiller.html
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