Mamushkas
Roberta Iannamico
Una mamushka en el desierto
Rueda sobre la arena
Se pasa la lengua por los ojos
Para no morir de ser
Las mamushkas en el océano
No flotan
Como botellas se hunden
Los barcos perdidos
Vienen a comérselas
Más lentos que el óxido.
Las mamushkas juntan las casas
Que los caracoles abandonan
A veces viven ahí
Y los caracoles guardan el sonido de
Las mamushkas
Para siempre
(Mañana, en mi seminario sobre poesìa en la facu, presento mi no-camino de la heroìna en este libro de poemas)
Buscando algo sbre un profesor mío, Amícola me topé con este blog (:
ResponderEliminarqué pequeño es el mundo, que todos se conocen! creo que no fue casualidad que te hayas cruzado con tan amable e increíble ser.
Jaja, seguro, está bueno que sea así
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