Acción y efecto de dormir mucho, a cualquier hora, con breves interrupciones en las que se accede a comida fría (suélese abrir la heladera sin calzado) o recalentada (muy recomendable el guiso de antenoche).
Verbo derivado del maternal adjetivo "dormilón" que aplicado a hijos e hijas "melones" durante veinte años o similares decantó hacia la forma tiernamente contracta: "dormelón".
Actividad a la que me gustaría dedicar ya toda mi enegía vital pero deberé postergar hasta el 28 de diciembre, fecha en la que concluya de dar y tomar exámenes.
A dormelar al sol toda las tardes como mi gatito Robie, un maestro!
ResponderEliminarLos gatos son maestros dormelones. Yo acá tengo 6
ResponderEliminar